Qué incordio los domingos de lluvia en que no llueve. Cuatro minúsculas gotitas me caen en la cara como queriendo recordarme que voy andando hacia ningún lugar. A veces me dan ganas de llorar, pero como no llueve del todo no puedo, no me sale. Necesito una excusa mejor para mandarte a la mierda.
Ens ha costat Déu i ajuda arribar fins aquí.