Archive for diciembre 2011

Lighter.

29.12.11 § 0

Me mareas. Tanto cuento ha derretido el hielo. Ahora el humo y el vapor revolotean alrededor de nuestras cabezas. Tengo en el pecho un vacío que se llena en un instante. Los ojos me pesan. El tiempo es oro. El frío es tu mejor aliado. Me envuelves, sujetándome sólo con un dedo, entre el abismo y la paz. Mareándome. Vertiginoso. Guarda para mañana que hoy me has quemado la vida. Entre cerveza y cerveza sóplame un invierno. Dame fuego.

Sigue sin mirarme a los ojos.

Rock'n'Roll Queen.

25.12.11 § 1

Será por el frío de unas manos solas. Será por el peso del miedo en los bolsillos. Será por una mirada bajo el atento escrutinio del más absoluto silencio. Será por el tiempo, por las ganas, o por las ganas de mentir. Será por un paseo, un invierno, un silencio. Sea por lo que sea, te creo. Y eso me hace feliz. Aunque sea momentáneamente. Aunque la verdad y el tiempo me miren por encima del hombro, dispuestos a poner su mejor cara de "te lo dije". Aunque me mientas, me miento y te creo. Aunque sólo sea por unas horas, unos días, un paseo, un invierno o un silencio.

Sea por lo que sea, te creo.

Le Petit Prince.

21.12.11 § 0

Tal vez la ignorancia es la madre de la felicidad. No saber es lo que nos mantiene despiertos, atentos, risueños, ilusionados. El hambre de vivir, que nos infla de experiencias...

¿Pero qué pasa cuando conocemos el final del cuento? Cuando el mundo nos hace dormir.... ¿Cuál es el precio de saber demasiado? ¿Cuál es el precio de un paseo, de un invierno, de un silencio? Quizás la respuesta sea la ignorancia, tal vez la indiferencia, tal vez, simplemente, sea no preguntarse. Puede que en algún momento el tiempo decida pararse a tu favor, hacerte flotar hasta deslumbrarte con el brillo de la luna, pero ten por seguro, que te dejará caer. El tiempo es imparable. La sabiduría también.


La ignorancia es la mayor fuente de felicidad
Leopardi Giacomo

The Ramones saved my life.

17.12.11 § 0

Rescátame. Átame. Arrástrame de los tobillos hacia donde sea. Deconstrúyeme. Desata toda convención existente. Congela el tiempo. Dame fuego. Sopla las cenizas. Córtame el pelo. Mírame las manos. Dame vértigo. Empújame sobre una nube. Dame miedo. Oblígame a odiarte. Que la felicidad esté prohibida. Déjame irme, que me quedaré para siempre esperando a que corras en círculos. No me mires nunca a los ojos. Regálame primeros planos, sombras, contrapicados. Desconciértame. Déjame en blanco. Maréame. Dame papel y boli. Vacíame. Desgarra mi mente con palabras. No seas nunca verdad. Miénteme. Dale la vuelta al mundo. Desata cada nudo existencial. Alísame. Redúceme a la nada. Que no empiece nunca. No me hables de ayer ni de mañana. Hazme frío. Dame guerra. Inquiétame. Despiértame. Mátame. Ignórame. Piénsame.

Pero por lo que mas quieras ...
... no existas nunca.







Save me, Save me, Save me. I can't face this life alone
Save me, Save me, Save me. I'm naked and I'm far from home

13.12.11 § 0

I'm the voice inside your head, you refuse to hear
 I'm the face that you have to face, mirrored in your stare
I'm what's left, I'm what's right
I'm the enemy
I'm the hand that will take you down
Bring you to your knees
 So who are you?

ўтопія

§ 0


No tengo nada que temer. Nada que perder. No hay ninguna razón por la que despertarme algún día sin ganas de volver a dormir. Será por eso que tengo tantas ganas de vivir. Será por llevar la contraria o por joder. Pero me muero de ganas de, sea lo que sea, tener algo con lo que soñar.

He llegado a admirar mi capacidad de congelarme ante cualquier cosa, de convertirme en un muro impenetrable y vivir de mí misma tanto tiempo. Pero cada vez que se abre una brecha en ese muro se me parten las costillas. Aún así sigo, desde cero, como tantas otras veces. Intentando aprender algo que nadie me preguntó si quería saber.

Demasiados días se me han convertido en domingos. Demasiadas veces me he sentido jodidamente sola, pero en lugar de seguir andando de espaldas, por algún extraño motivo, por una sinrazón que no entiendo ni yo, sigo esperando mi utopía. Quizás sea hablar con mi padre, abrazar a mi madre, enamorarme, quien sabe. Pero contra todo pronóstico, sigo admirando la belleza del mundo, por muchos alegres asesinos que se empeñen en cargárselo. ¿Será esta mi particular manera de ser feliz? ¿Simplemente tener intención de sobrevivir esperando algo que quizás nunca llegue, y que ni siquiera sé si seré capaz de reconocer?

Soy mi propia enemiga de pensamientos inconexos, y otra vez me alegro de ello, de tener tantas cosas y no poder usarlas todas, como un niño entre un montón de juguetes.

Pero si no tengo nada… Tengo un montón de cosas que no existen.

Imagina. Utopía.

El mar, preguntándome porqué he tardado tanto. Porqué no he escuchado a las sirenas. Porqué he tardado tanto en rendirme a su inmensidad, a colgarme en su horizonte. El mar me pregunta porqué he tardado tanto, y la respuesta seguirá siendo siempre la misma.

Porque sigo esperando.

Me dais asco.

10.12.11 § 2

En realidad no debe ser muy difícil ser feliz. Encontrar la realización personal en la seguridad de un buen trabajo y una familia sana. Poder ir los domingos a la playa o los fines de semana a esquiar. Puede que eso resulte reconfortante.

Pero en el fondo sé que nunca tendré suficiente con todo eso. La seguridad me da vértigo. Lo que quiero es no saber qué haré mañana. No saber donde vivo, y que tampoco me importe. No quiero pertenecer a nada ni nadie. Quiero encontrar mis pasiones, y ganar puto dinero con ello. Aunque sólo sea para sobrevivir y llevarte al fin del mundo. Aunque te despiertes con otra. Quiero temblar cada día. De miedo. Subir y bajar en un milisegundo. Me da asco la puta estabilidad. Bailar en la cuerda floja de la incertidumbre. No quiero ser estable. He nacido para ser agua. Si me estanco muero.

Y aún así, aunque sólo sea por compasión, me sentiré culpable de despreciar todo eso que amáis. Pero para entonces espero estar suficientemente hasta los cojones.

Serendipity.

6.12.11 § 0

Esa cualidad de descubrir cosas maravillosas sin proponérselo. Esas coincidencias afortunadas que en algún momento nos han sacado una sonrisa, una lágrima, o algún miedo a flote. Esa falsa sensación de que se puede conocer a alguien que no existe. De poder sonreír o llorar detrás de una pantalla sin que nadie lo sepa. 

Esta clase de sensaciones vienen irremediablemente acompañadas de cierto desconcierto, de esa sensación de desorientación que nos ayuda a negar la realidad. De no poder decir "Me has conocido en un momento extraño de mi vida", sino más bien (mi particularmente odiada) "Soy la persona correcta que conociste en el momento equivocado".

Serendipity es la capacidad de ciertos locos de atar, amantes de una realidad inventada, que no sólo saben que lo son, sino que son conscientes de ese saber, y además, se enorgullecen de ello.

Serendipity, sea lo que sea, es esto.

5.12.11 § 0


Regalé mi alma imperecedera
¿Para qué? Para que nunca más me duela.
¿Y ahora qué? Ahora coloco las aceras.
Ahi al fondo de la calle, jefe, queda un sitio.
 Pregúntale del tiempo,y a ver si se acuerda de mi.
Pregúntale si es cierto que nadie la ve sonreír.
Pregúntale que añora y en qué piensa cuando llora.
Pregúntale si el tiempo cambia o sigue lloviendo.

Vivian.

§ 0



Los huesos de Lucía son de hielo. De cristal picado. Le duele a más no poder. Le duele sentirse tan incapaz de nada. Pero el dolor es lo único que vive a principios de Diciembre. La gente está tan muerta, tan sumida en el irremediable kaos de la mediocridad...

Lucía llora los domingos por la noche. Desconcertada. La vida se vuelve demasiado grande, demasiado perfecta. Demasiado. Como para vivirlo sola. Como para no tener ninguna mano a la que enseñarle la belleza de un plano fijo inclinado. No se trata ni de la soledad, se trata de existir, de saberse viva, ser consciente de ello, y de su propia consciencia. Lucía es mucha gente a la vez, muchas historias que no son suyas. Se dedica a robar miradas y secuencias de montaje. Y bandas sonoras. Imagina el mundo en planos cortos, rápidos, intercalados con un infinito y quemado fotograma inmóvil, del mar.

Sueña con escribir todo lo que piensa. Despierta. Pero se le acaba el carrete y al despertar no recuerda nada. Y la apatía, esa rebelde enemiga que se disfraza de impotencia. Había aceptado sentirse impotente ante tanto mundo... Pero la apatía la destroza, le hace añicos los huesos. No puede soportar la idea de que alguien sea capaz de ir por la vida aceptando cosas, sin más, sin tan siquiera sentirlas.

Lucía solo quiere un desconocido que la haga llorar, y que no le pregunte porqué, le aparte el pelo de la cara, y nunca, jamás, la mire directamente a los ojos.

Stuck on the puzzle.

4.12.11 § 1

Sigo creyendo que algún día aprenderé a volar. No me importaría romper todas las leyes de la física y mandar todo esto a tomar por culo. Vivo en una utopía y seré consecuente con ello. Mientras me quede tiempo y fuerzas, seguiré esperando el día en que sea capaz de coger la mano que tenga más cerca y echar a correr. Si lo habré imaginado veces, contigo, o con aquel otro… Lo importante no es la forma, es el axioma. El es porqué de tanta locura. Y quizás sea por mi tendencia a excederme con el realismo práctico, que me ha hecho cogerle asco a las convenciones (aún más si cabe).

Sigo confiando en un te quiero atragantado, en mi último inútil. En la reciprocidad de dos colgados que algún día decidirán cuidar uno del otro, y joderse vivos también. En una escena de drama adolescente independiente, en gritarte que te odio y que me matas. Sigo confiando en que llegará alguien que me diga que el amor es exactamente eso: Odio y Miedo.

Voy construyendo mi historial de “soy la persona correcta en el momento equivocado” a base de desconciertos que acumulo en una nube.
A falta del desconcertante, tendré que fustigarme yo solita.

Lucy in the Sky with Diamonds.

1.12.11 § 0

Lucía es de esas chicas que miran mucho al suelo, pero piensan en el cielo. Sus tobillos blancos, encadenados a una realidad que no le gusta, intentan escapar, levitando a dos dedos sobre el mundo. Los bolsillos le pesan cantidad, y sus hombros son de miedo. Si está nerviosa se enrosca el pelo entre los dedos, y si piensa se muerde los labios. Lucía no sueña, Lucía imagina lo que le gustaría soñar, pero nunca se acuerda. Las muñecas de Lucía son el Diablo.

A veces sonríe sin sentido, le gusta desconcertar a la gente, saber que ellos la miran y que no entienden nada. Se desvive por guardar algún secreto, no dejarse conocer... odia la verdad absoluta. Lucía en realidad es una adicta. Está enganchada a la melancolía, a vivir en un corto de Nouvelle Vague, es una yonki del desenfoque gaussiano, es una moderna, es esa vecina tan rarita y tan follable. Es una mezcla entre Amelie, Effy, Marla y la Georgia de Pete Shelley. Hoy lleva un vestido negro y los labios rojo puta. Sus gemelos te saludan, como obligándote a enganchar tus manos en sus piernas y no dejarlas nunca. Pero es intocable.

Lucía es un enjambre de abejas, un ramo de rosas blancas, una taza de té frío, cualquier cosa hermosa y que duela. Lucía es destructiva. Lucía es el cigarro del después. Orgullosa. Es hierro oxidado. A veces querrás atarla, y se dejará un rato, y luego dejarás de existir cuando se vaya. No intentes esconderla, no es tuya, no es de nadie, ni de ella misma. Lucía es un Domingo concentrado, es cine francés y café barato. Está cubierta de cenizas de papel. Oscura, caliente y frágil. Aunque en el fondo sabes más que eso.

Sabes que la necesitas, y que yo también. Todos la necesitamos. Es ese atisbo de belleza universal, es amor, venganza, miedo y odio. Es azúcar en vinagre. Es equilibrio.

Está tan concentrada en ser ceniza, que si miras por detrás ves cataratas.
Lucía es agua.